martes, 8 de febrero de 2011

ayer me porté mal
todo venía muy bien yo había crecido
yo era fuerte yo estaba orgullosa de mi
pero me traicionó mi amor por los franceses y el canadiense
la ansiedad por querer que sean mis amigos
el hecho de que pasé un montonazo de tiempo con ellos y
la tenía que cagar y la cagué...


algo parecido a esto que escribí una vez cuando unas chetas me agredieron en la casa de mi ex novio:

siempre lo mismo
y él que esta al lado tuyo que te dice "yo a pesar te quiero"
a pesar peso pesado ya estoy re podrida
me escondió en un cuarto y me descubrió toda la cara empapada
dije me voy pero no tan de enserio y el ya llamó el taxi
y no dije chau y huí por la puerta más trucha y el aguantaba en patas, rápido rápido hasta que llegue y llegó
y no hablé nada con el taxista, nada más mi dirección con voz tembleque
no me calenté nada en el microondas
estaba tan triste que no quería llorar más
estaba tan triste que me merecí dormir como un gatito
no se por qué estaba tan triste...
creo que dormí sonriendo en mi cama toda limpia
y cuando me desperté... me había olvidado
y cuando me acordé... me dormí otra vez
estiré el día lo más que pude
y ahora voy tirando los pensamientos para otro lado
son tan peso pesado que no puedo soportarlos
los arrincono para que vuelvan de repente como ayer
cuando una está borracha, son medio chetos, tanto no los conocés
te burlan, piensan que sos estúpida y no te das cuenta
cómo saber que son malos
y él que está pendiente de todo
y para que mierda te invitó no sé
te lleva al cuarto
y llorás sin darte cuenta
tratando de pensar en otra cosa...
no quiero salir más
no quiero trabajar
no quiero hablar con la gente
todos me hieren
me hacen mierda
y yo los amo
yo quiero ser su amiga
yo quiero que me quieran
y es verdad, tengo que decirlo
quiero que me quieran
quiero que me quieran
quiero que me quieran
quiero que me quieran
lo tengo bien clarito
pero igual
no me quieren.



y ayer resulta que el canadiense me dijo que parecía de ocho años, y que como iba a ser maestra si tenía la misma edad que mis alumnos. enloquecí. me sentí destrozada y con los pedazos de mi corazón, mandé cualquiera: pellizcar decirte puto francés puto canadiense abrazarte y llorar. ese llanto de borracha que empieza y no termina más, chorros calientes por la cara sin parar -si parás te sentís peor, todo el ruido que haga tu berrinche atenúa la certeza pinchuda de que te detestan. el canadiense hace lo que puede con el castellano y tiene más cerca las palabras más duras: por qué necesitás tanta atención todo el tiempo!!? yo soy como los nenes, de ocho años, que se les da por pegar. les saco el jueguito al que están jugando. esto no es mentira. y amenazo como juan marcos, mi alumno que preparaba la mochila y en la puerta llorando me decía que se iba a cambiar de colegio. yo lloraba y decía que me iba al loki. me robé una cerveza, la abrí con los dientes y me fui a la calle. lima de noche sola me dio miedo. después los encontré. toda una secuencia de ir a pegar porro con un dealer gordo peruano y su amigo, más gente para hacer malabares con mi cacho de corazón y yo sacando la violencia de algún lado, pensando en argentina, mintiéndole a todos, como si argentina fuera mi país (argentina es una mierda): cuando vuelva voy a estudiar karate, pegarles a todos. hasta besé al dealer. quería dormir con todos, solo dormir. una cama de una hectarea para esperar el apocalipsis con franceses, canadienses, peruanos. ellos dijeron en su castellano: NO QUEREMOS HACER EL AMOR CONTIGO. nunca me habían dicho una cosa así. seguí haciendo cualquier cosa hasta que me dormí, me desperté. y después de unas horas de día y otra tarea para mi país (resolver esto, aprender a controlarme, tener paciencia con el cariño), volví y pedí perdón como una niña tímida. sería todo más facil si todos gustaran de mi y me demostraran afecto todo el tiempo. no te digo como el hare krishna, te digo como los amigos de mi tia peruanos. pero no es así, tengo que aprender. eso de querer alimentarme de todo el amor del mundo, es la maldita lombriz solitaria que se lo queda.
bueno, perdí algunos amigos.
son los clásicos que nunca se van: la borracha violenta, la puta borracha, la niña de ocho años-

No hay comentarios:

Publicar un comentario